Cielo azul, rabia nublada.
El camino no debe
recorrerse en una pecera,
si el vidrio se rompe,
el pez puede morir…
Los sentidos se
ponen en marcha.
La noche ya no te pertenece.
Los párpados se aligeran;
la lucidez salió dando
gritos por los pasillos.
Al otro lado de la consciencia,
se ven casas en llamas:
De una simple chispa
ha surgido el infierno.


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